sábado, 9 de febrero de 2013

Amor oscuro...





No quiero soñar con la luz o la redención, solo con la oscuridad dentro de la oscuridad.
Prometida de la eternidad.
Unida al dueño de la cátedral, puerta a sus pensamientos macabros.
Una sensación casi placentera, elevando el alma encima del suelo.
El deseo responde al llamado de esas puertas, dejando entrar a un roto corazón desecho en un manojo de cenizas.
Él imponente clama por esas cenizas, exige lanzarlas al viento.
El amor puede llegar hasta el corazón del ser más mezquino y cruel del mundo.
Mi amado es el Dios de la Muerte, Dios de los Caídos, condenados y criaturas.
Sus sentimientos son gélidos al tacto; distante como una luna en el horizonte.
Atrapada en el hielo de sus brazos, no encuentro razón para alejarme de él.
Mi amor es peligroso, pero no controlo mis sentimientos.
La noche es eterna a su lado.